Tras renunciar, Díaz y su familia
comenzaron a empacar sus cosas para retirarse al exilio, en París, Francia.
Tras despedir a sus antiguos sirvientes pagándoles en monedas de oro, la
familia Díaz se marchó a la estación de trenes de Santa Clara, al sur de la
capital. El general de división Victoriano Huerta fue el encargado de escoltar
la caravana hacia Veracruz, de donde tomarían un buque de vapor a La Coruña. El
26 de mayo, Porfirio y Carmen Romero Rubio, acompañados de los hijos del
general —a excepción de Amada— y de las hermanas de Carmen, salieron rumbo al
Puerto de Veracruz. En el trayecto, la mañana del 27 de mayo, poco antes de
llegar a la ciudad de Orizaba, el tren fue atacado por bandoleros, que sin
embargo fueron repelidos por las fuerzas federales de Huerta, y lograron
capturar a más de la mitad de los asaltantes junto a varias cargas de oro. Al
llegar a Veracruz, la noche de ese mismo día, y contrario a lo sucedido en
otras partes del país, los Díaz fueron recibidos con banquetes, cenas, bailes y
fiestas en su honor. Finalmente, la mañana del 31 de mayo, a bordo del buque
portugués "Ypiranga", Porfirio Díaz y su familia abandonaron el país.
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